La rinoplastia es una intervención quirúrgica que modifica el aspecto estético de la nariz y mejora la armonía facial.
Normalmente esta cirugía se lleva a cabo por problemas estéticos, como son la giba ósea, desviaciones, las malformaciones congénitas y otras alteraciones producidas por traumatismos o enfermedades. Cuando se corrige la desviación del tabique nasal para mejorar la función respiratoria la intervención se denomina rinoseptoplastia.
La Rinoplastia ultrasónica es la evolución de la rinoplastia una nueva técnica que reduce el sangrado, minimiza la inflamación y por lo tanto, se producen menos hematomas
El uso del bisturi ultrasonico consigue estos efectos al permitir una disección muy precisa, sin riesgo de lesionar los tejidos blandos situados alrededor del hueso o el cartílago.
La recuperación tras una intervención de rinoplastia ultrasónica es mucho más rápida que en el caso de una rinoplastia tradicional.
La rinoplastia ultrasónica supone el mayor avance en la cirugía de la nariz en los últimos años. Realizar la rinoplastia con bisturí ultrasónico y poder efectuar los diferentes procedimientos quirúrgicos, tanto en hueso como en cartílagos, ya se trate de una rinoplastia primaria o secundaria, ha permitido revolucionar la intervención estética de la nariz
Cualquiera que se sienta insatisfecho con su aspecto y piense que necesita mejorarlo para ganar confianza en sí mismo.
El candidato a una operación ha de estar bien informado antes de tomar la decisión, y siempre deberá seguir el consejo de su cirujano plástico.
La rinoplastia es una intervención quirúrgica, por lo que el paciente deberá gozar previamente de un buen estado de salud general, ser estable psicológicamente y realista en cuanto a sus expectativas.
No antes de que el paciente esté desarrollado; es decir, habrá que esperar a los 14 o 15 años en las chicas y 17 o 18 en los chicos. Además, puede que los adolescentes, aún en proceso de formación de su identidad, no tengan claro qué es lo que desean. Es importante que estén seguros antes de practicar una cirugía estética de nariz
Las personas mayores pueden tener un proceso de recuperación más lento, por lo que deberán escuchar el consejo de su cirujano plástico antes de someterse a una rinoplastia.
El médico es, en todos los casos, quien debe valorar si la rinoplastia será viable, cuáles son las expectativas reales del paciente, qué pretende conseguir, cuál puede ser el resultado y cómo va a afrontarlo en caso de que no salga como esperaba.
Es muy conveniente la utilización de simuladores que permitan al candidato a una rinoplastia anticipar cuáles serán los resultados.
La rinoplastia es una intervención quirúrgica y por tanto resulta imprescindible realizar las pruebas habituales: analítica, electrocardiograma, etc., para descartar cualquier dolencia previa que pueda hacer desaconsejable la operación de nariz.
Sí, la rinoplastia se realiza siempre en el quirófano, en una clínica u hospital que reúna las debidas condiciones.
La persona operada de nariz debe permanecer en la clínica al menos la noche siguiente a la cirugía.
La operación se realiza habitualmente bajo anestesia general o, en casos seleccionados, con anestesia local y sedación. El criterio médico determinará qué es más conveniente en cada situación.
Suele durar una hora, pero a veces es más, dependiendo de la corrección que haya que realizar.
Hay varias formas de practicar una rinoplastia, dependiendo de cada caso. En la manera abierta, la piel de la nariz se levanta y se separa de su soporte: el hueso y el cartílago. A continuación, hueso y cartílago se esculpen con la forma deseada. Una vez conseguido, la piel se coloca de nuevo sobre la nariz y se corta a la medida del nuevo soporte.
En algunos casos este proceso se realiza de forma cerrada, desde dentro de la nariz, con unas pequeñas incisiones en el interior de los orificios nasales o en la columela.
En ocasiones se realizan, además, unas incisiones en la base de los orificios nasales. Para dar forma a la pirámide nasal pueden realizarse injertos de diferentes tejidos del propio paciente (cartílago, hueso) o de materiales sintéticos.
Además de remodelar huesos y cartílagos, si la base de la nariz es muy ancha, se extirpan también pequeñas cuñas de piel. Las incisiones para esta cirugía se practican en el interior o en la base de la nariz con el fin de que no queden marcas visibles.
Tras la operación, es preciso colocar una escayola o férula que mantenga la nariz en la forma correcta. También se taponan los orificios nasales para evitar sangrados y sujetar derecho el tabique nasal.
Durante unos días, y especialmente en las primeras 24 horas, el paciente suele tener la cara hinchada, hematomas, molestias y dolor de cabeza. Generalmente, el médico prescribirá analgésicos, antibióticos y antiinflamatorios.
La persona que se ha sometido a una cirugía plástica de nariz deberá permanecer tumbada con la cabeza elevada durante el primer día
Casi siempre es posible reincorporarse a la vida normal en unos 8-10 días.
La rinoplastia suele dejar unas secuelas muy visibles durante al menos una semana. A partir de entonces, aunque el paciente aún se verá algo hinchado y todavía con hematomas, puede hacer una vida prácticamente normal.
En los primeros días puede darse un ligero sangrado por la nariz. No conviene sonarse con fuerza durante la primera semana, hasta que los tejidos cicatricen.
Los tapones suelen retirarse al día siguiente, o a los tres días si se ha realizado una septoplastia; y la escayola se quita a la semana.
Los primeros días los pacientes suelen sentirse algo deprimidos, porque no ven una mejoría inmediata. Hay que tener en cuenta que quien se opera de nariz entra en el quirófano perfectamente sano, sin ninguna molestia, ilusionado… Y sale con dolores, moratones y sin ver los resultados. Pero este sentimiento de pesar se pasa en unos días.
La mayoría de los pacientes se encuentran bien en una semana, más o menos, y empiezan a incorporarse paulatinamente a su actividad cotidiana, con algunas excepciones: no podrán tomar el sol ni practicar ejercicio intenso, como correr, nadar… El cirujano indicará en qué momento se puede llevar una actividad plenamente normal.
Cuidado con utilizar gafas antes de tiempo.
La rinoplastia debe ser realizada por un cirujano plástico experto y cualificado.
Aunque las complicaciones son infrecuentes y no revisten importancia, siempre existe posibilidad de infección, hemorragias, reacciones alérgicas a la anestesia…
Después de la cirugía, en algunos casos, pueden aparecer unos puntitos rojos en la piel: son vasos rotos que quedarán de forma permanente.
No hay problema con las cicatrices, porque la incisiones siempre son internas.
Una de cada 10 personas que se someten a una rinoplastia, vuelven a operarse para corregir algún pequeño defecto y quedar plenamente satisfechas.
Es importante seguir siempre los consejos del cirujano, tanto antes como después de la operación de nariz.
Durante unos meses puede notarse una cierta hinchazón, sobre todo en la punta.
El resultado definitivo se verá hasta transcurrido un año, aproximadamente. Este es el tiempo necesario para que los tejidos se estabilicen y la cicatrización sea completa.
En ocasiones puede que haya dificultades en la cirugía o problemas de cicatrización, traumatismos posteriores, evoluciones asimétricas o irregulares… que pueden requerir un retoque quirúrgico.
Rinoplastia Ultrasónica – 6 meses
Rinoplastia Ultrasónica – 3 meses